jueves, 31 de diciembre de 2009

Howard Zinn: la educación democrática, el escepticismo y los libros que cambian una vida


Howard Zinn es un historiador radical próximo al anarquismo con más de una veintena de libros a sus espaldas. Su obra más importante es A People's History of the United States (traducida al español por la editorial Hiru con el título de La otra historia de los Estados Unidos). En ella los olvidados de la Historia cobran el protagonismo y los que en las historias de corte académico suelen aparecer como grandes héroes de la patria, en la escritura de Zinn pasan a convertirse en villanos. La historia que nos cuenta Zinn es la historia de los esclavos, de los negros, de las mujeres, de los dirigentes sindicalistas, de los obreros de todas las nacionalidades, de los marginados; y los acontecimientos donde pone el foco no son los grandes eventos nacionales, sino los numerosos actos de resistencia protagonizados por esos olvidados.
Howard Zinn es profesor emérito en la Universidad de Boston y un activo combatiente en el movimiento pacifista y de defensa de los derechos civiles. En una entrevista con David Barsamian, reflexionó -entre otros temas- sobre la importancia de una educación democrática en el mundo actual:

Barsamian: Donald Macedo, en la introducción a On Democratic Education, menciona la canción de Tom Paxton "What Did You Learn in School Today?" (¿Qué has aprendido hoy en la escuela?) y cita un par de versos: "He aprendido que Washington nunca dijo una mentira/he aprendido que los soldados raras veces mueren/Aprendí que todo el mundo es libre". ¿Qué significa para usted la educación democrática?

Zinn: Para mí una educación democrática significa muchas cosas: lo que se aprende en las aulas y lo que se aprende fuera de ellas. Significa no sólo el contenido de lo que se aprende sino también la atmósfera en la que se aprende y la relación entre el profesor y el alumno. Todos esos elementos de la educación pueden ser democráticos o no serlo. Los estudiantes, en cuanto que ciudadanos, en una democracia tienen derecho a decidir sobre sus vidas y a desempeñar un papel en la sociedad. Una educación democrática debería proporcionar a los alumnos el tipo de información que les explique que a lo largo de los siglos han existido muchas formas de participación histórica de las gentes normales en el desarrollo de sus sociedades. Una educación que ofrezca al estudiante ejemplos históricos de los lugares en los que la gente ha mostrado su fuerza para reconducir no sólo sus propias vidas sino también la forma de funcionar la sociedad.
En la relación entre alumno y profesor hay democracia. El estudiante tiene derecho a desafiar al maestro, a expresar sus propias ideas. La educación es un intercambio entre las experiencias del profesor, que pueden ser mucho mayores que las del estudiante en ciertos aspectos, y las experiencias de éste, ya que cada estudiante es una experiencia única de vida. Así, la libre interpelación en el aula, una cierta igualdad en la clase, forma parte de la educación democrática.
Ha sido muy importante dejar claro a mis estudiantes que yo no lo sé todo, que no he nacido sabiendo lo que les enseño, que el conocimiento se adquiere con unos medios y que ellos también pueden adquirirlo.

B: ¿En qué forma como profesor ha desarrollado ese sentido inquisitivo y escéptico y cómo ha evitado caer en el cinismo?

Z: El escepticismo es una de las cualidades más importantes que se pueden fomentar. Se consigue haciendo que los estudiantes comprendan que lo que se ha considerado sagrado no lo es, y que lo que se ha venerado no necesariamente debe serlo. Que los hechos nacionales novelados e idealizados merecen ser examinados y abordados de forma crítica.
Recuerdo que un amigo mío enseñaba a sus muchachos de la secundaria a ser escépticos en relación con lo aprendido sobre Colón como gran héroe y libertador, como impulsor de la civilización. Uno de sus alumnos le dijo: "Está bien, si he sido engañado sobre Colón, me pregunto ahora, sobre qué más lo he sido también". Eso es la educación en el escepticismo.

B: Cuando enseñaba en Spellman College, y más tarde en la Universidad de Boston, lo hacía a muchachos recién salidos de la secundaria, que llegaban con un gran bagaje, con ideas adquiridas. ¿Le resultó muy difícil entenderse con ellos?

Z: En el caso de la enseñanza en el Spellman College, mis alumnos eran afro estadounidenses y yo era uno de los pocos profesores blancos. Para la mayoría de mis alumnos era el primer profesor blanco que habían tenido. Intenté que comprendieran que mis valores eran diferentes de los de la sociedad de supremacía blanca en la que habían crecido; que creía en la igualdad de los seres humanos y que me tomaba en serio la democracia, no sólo para romper la barrera que nos separaba con lo que decía en el aula, sino por cómo me comportaba con ellos, al no hacerles sentir que su formación había sido muy pobre -lo que frecuentemente era así- y al evitar que sintieran que habían llegado al aula con grandes lagunas.
También al demostrarles que fuera de las aulas estaba implicado en la lucha social que afectaba a sus vidas. Cuando decidieron participar en esa lucha y desplazarse a Atlanta para intentar acabar con la segregación en la biblioteca pública o cuando decidieron seguir el ejemplo de los cuatro estudiantes en Greensboro, Carolina del Norte, y hacer una sentada, yo estuve con ellos, los apoyé, los ayudé, marché en los piquetes con ellos, me manifesté a su lado, y compartí sus sentadas. Y por encima de todo, intenté crear una atmósfera de democracia en nuestra relación.

B: Usted ha sido un lector impenitnte desde que, siendo un niño, encontró en la calle las primeras páginas arrancadas del libro Tarzan and the Jewels of Opar. Más tarde sus padres le regalaron la colección completa de las novelas de Charles Dickens. ¿Qué valor tiene la lectura?

Z: No sé si mi experiencia coincide con la de otras personas. Me he dirigido a gentes, en especial a jóvenes, que me habrían de decir "Este libro ha cambiado mi vida". Recuerdo que estaba sentado en una cafetería de Hawai, enfrente de una estudiante de la Universidad que llevaba un ejemplar de The Color Purple, de Alice Walker. Aunque Alice Walker había sido alumna mía en Spellman, no dije rápidamente "Ha sido alumna mía", sino que prudentemente le pregunté "Vaya, está leyendo El colo púrpura, ¿qué le parece?" A lo que me contestó "Este libro ha cambiado m vida". Algo que me asustó, un libro que cambia una vida.
También, con toda modestia, debo decir que he influido en un número de estudiantes que han leído A People's History of the United States y que me han dicho algo que en principio no creí pero que estoy empezando a creer ahora: "Sabe, su libro cambió mi vida".
Hay libros que cambiaron mi vida. Creo que la lectura de Dickens lo hizo. También Las uvas de la ira de Steinbeck, y la lectura de Upton Sinclair cambió mi vida.

(Puedes leer la entrevista completa aquí)

lunes, 21 de diciembre de 2009

Televisión para niños

El escritor Rafael Sánchez Ferlosio firma un artículo en El País sobre la "Televisión para niños", sobre el inmenso poder pedagógico de la televisión y el poco peso que la familia y la escuela tienen frente a ella, sobre los efectos perversos que genera la publicidad en los más pequeños.

jueves, 17 de diciembre de 2009

Pensar la educación... con Emilio Lledó

En un programa de El público lee, emitido por Canal Sur 2 (Andalucía), el profesor de filosofía Emilio LLedó presenta su libro Ser quien eres. Ensayos para una educación democrática (Prensas Universitarias de Zaragoza) y conversa con algunos lectores acerca de la educación en el mundo actual. El profesor Lledó transmite pasión por el saber y contagia esa pasión. En una sociedad democrática, tan importante como la buena organización de la economía ha de ser una apuesta rotunda y decidida por la enseñanza pública; resulta esencial combatir la ignorancia, así como dotar a todos los ciudadanos de esa pasión que permite entender modestamente el mundo. De poco sirven para esa labor una enseñanza centrada en el asignaturismo y en el examen, en los apuntes y en las frases hechas. Se puede acceder al programa aquí y ver la referencia de su libro en la página web de la editorial.

domingo, 13 de diciembre de 2009

Esbozo racionalista. Anotaciones al margen


Leo estos días algunos ensayos de Antonia Maymón, maestra racionalista citada en una entrada anterior del blog. Anoto en mi cuaderno de trabajo una frase de su Esbozo racionalista: "La enseñanza esencialmente memorista y el exceso de asignaturas dificultan en gran manera el gradual desarrollo intelectual". Este Esbozo racionalista fue escrito en 1931 y publicado por el Ateneo Científico de Divulgación Social de Mislata (Valencia). A finales de 2009, sigue teniendo razón. El texto se cierra con la siguiente NOTA: "Este folleto no podrá ser vendido sino es a beneficio de una escuela racionalista. De lo contrario, será repartido gratis".

sábado, 12 de diciembre de 2009

El Instituto de Historia Social de Amsterdam

El IISG (siglas en holandés del Instituto de Historia Social de Amsterdam) es un lugar privilegiado para el estudio del movimiento obrero en general y del anarquismo en particular. Este Instituto surgió en el período de entreguerras para recopilar toda la documentación posible sobre el movimiento obrero ante el peligro que suponía el avance imparable del nazismo por gran parte de Europa. Surgió como un Insituto académico, neutral e independiente, con un carácter cosmopolita. Entre la mucha documentación que alberga, podemos destacar el legado archivístico de Marx y Engels, la colección de Max Nettlau -que incluye los manuscritos de Bakunin- y los documentos que la CNT y la FAI salvaron a través de los Pirineos en 1939. Es un edificio público, muy funcional, con amplios ventanales, vistas a un canal, una sala de lectura acogedora y cómoda, así como un personal muy eficiente. El acceso tanto a las salas como a la documentación resulta muy fácil y no requiere apenas burocracia. En internet se pueden consultar los fondos de sus diferentes archivos y colecciones.



martes, 1 de diciembre de 2009

Antonia Maymón y Carmen Mesa: la Humanidad libre

Antonia Maymón fue una maestra racionalista con una intensa participación en el movimiento anarquista y naturista. Escribió varios ensayos sobre anarquismo, educación y naturismo, así como algunas novelas cortas y cuentos en revistas libertarias. De su texto La Humanidad Libre, publicado en 1908 en la Biblioteca Juventud Libertaria, entresacamos el siguiente extracto donde defiende un anarquismo humanista, caracterizado por el amor y contrario al uso de la violencia:

"Hay que cambiar, pues, toda la actual organización social, no buscando redentores políticos que nos mejoren la ley y la administración, sino sustituyendo la propiedad privada por el patrimonio universal. Ahora es preciso, indispensable, rebatir dos acusaciones, una la de la violencia, otra la de desorganización; los anarquistas, o sea los que defendemos la sociedad comunista, somos presentados como seres violentos y no hay nada más lejos de lo cierto; las teorías ácratas no tienen nada de violento; defendemos el amor de la humanidad, la solidaridad universal, la paz, la fraternidad entre todos los individuos como hermanos; luchamos por el proletariado para que termine la explotación del hombre por el hombre; luchamos por el burgués que si bien despojado de la propiedad que ilegalmente tiene, entraría a disfrutar de todas las ventajas existentes en una sociedad comunista; luchamos por nuestros tiranos y verdugos, cuyos descendientes, pasados los años, serán felices gracias a nuestra propaganda. ¿Puede darse amor más generoso que el difundido por las ideas anarquistas? Cuando se halle establecida la anarquía y todos disfruten la vida según la marca de las leyes naturales; cuando ninguna ciudad ostente placas que no permitan la mendicidad, supuesto que no habrá nadie que le falte lo necesario, habiéndose relegado al olvido esa palabra hipócrita y embustera que se llama caridad, para sustituirla por esta otra: solidaridad; cuando, en fin, todos trabajen para el bien común y no para el particular, y en esta comunidad encuentren satisfechos todos sus anhelos, los hombres se admirarán de ver que hubo una época en que unos cuantos se obstinaban en amordazar a quienes predicaban este ideal de amor social, que mirando al bien de todos comprendía a los mismos perseguidores"

Noventa y un años más tarde de la publicación de este texto, en Octubre de 1999, tuve la suerte de poder entrevistar a otra mujer anarquista, Carmen Mesa, luchadora infatigable y autodidacta de amplia cultura. Su definición de lo que es el anarquismo entronca claramente con la de Antonia Maymón, ambas están unidas por ese fondo social de conocimiento que se ha ido transmitiendo de generación a generación entre los libertarios:

"El anarquismo es una senda muy maravillosa, pero muy escabrosa para pasarla. ¡Pero que hay que cogerla! Y una vez que estás dentro no la puedes soltar, te embriaga, te emborracha... Y bueno, todo eso es anarquismo, es amor, libertad, igualdad, humanidad de todas las condiciones; ni fronteras, ni color, ni raza, ¡ni bandera!, que no sé por qué la CNT hizo una bandera, nosotros no la aceptábamos. No existe bandera porque al existir bandera existe el Estado y si existe el Estado existen barreras, fronteras... Y en el anarquismo no hay ni fronteras, no hay barreras, no hay color... no hay nada más que humanidad, igualdad, y sentimientos humanos, todo a lo máximo a que pueda llegar."

martes, 24 de noviembre de 2009

Hipatia, las conferencias dominicales y la confraternidad por la cultura

Ágora, la película de Alejandro Amenábar, ha provocado diferentes controversias entre los científicos e historiadores. A pesar de sus posibles licencias y errores, pienso que cuando una obra (película, libro...) tiene un gran éxito comercial y atrapa a muchísimos jóvenes hay que aprovechar el momento y trabajar con ese recurso en el aula y fuera de ella. En el caso de Ágora, se pueden tratar aspectos relacionados con la geografía y la historia antigua, las matemáticas y la astronomía, la educación visual y cinematográfica, el papel de las mujeres en la historia, el conflicto entre dogma y razón...

Por cierto, hace ya más de un siglo, Hipatia de Alejandría también estuvo presente entre los alumnos de la Escuela Moderna. Para favorecer la instrucción popular, la Escuela Moderna organizaba conferencias dominicales públicas a las que podían asistir no sólo los alumnos de la Escuela, sino también sus familiares y todos los trabajadores con ansias de aprender. Estas conferencias estuvieron respaldadas por los catedráticos de la Universidad de Barcelona Andrés Martínez Vargas y Odón de Buén. El objetivo era "crear en la Escuela Moderna una Universidad popular, en la que aquella ciencia que en el establecimiento del Estado se da, o mejor dicho, se vende a la juventud privilegiada, se diera gratuita al pueblo, como una especie de restitución, ya que todo ser humano tiene derecho a saber, y la ciencia no debe vincularse a una clase para ser producto de los observadores, sabios y trabajadores de todas las épocas y de todos los países". La inauguración de las conferencias fue el 15 de diciembre de 1901 y corrió a cargo del profesor Ernesto Vendrell que presentó a Hipatia "como mártir de las ideas generales de Ciencia y de Belleza, víctima de aquel fanatismo del obispo Cirilo". Estas conferencias dominicales tuvieron una gran popularidad y Ferrer recordará con un inmenso placer "aquella hora semanal dedicada a la confraternidad por la cultura". (Los entrecomillados son palabras del propio Ferrer Guardia en su memoria sobre La Escuela Moderna)

jueves, 19 de noviembre de 2009

Ferrer i Guardia: una vida por la libertad

Interesante documental sobre Ferrer i Guardia emitido por el Canal 33. Está en catalán y dividido en cinco partes de diez minutos cada una. Intervienen, entre otros, Jaume Carbonell, Pere Gabriel, Marta Mata y Pere Sola.

Parte I
Parte II
Parte III
Parte IV
Parte V

El documental termina con unas palabras que Albert Camus escribió sobre Ferrer:
« Francisco Ferrer pensaba que nadie es malo por voluntad propia y que todo el mal que está en el mundo viene de la ignorancia. Por eso le asesinaron los ignorantes y la ignorancia se perpetúa todavía hoy a través de nuevas e incansables inquisiciones. Frente a ellas, no obstante, algunas víctimas, como Ferrer, siempre estarán vivas

martes, 17 de noviembre de 2009

Pierre Bourdieu: los mecanismos inconscientes del sistema escolar y los juicios de valor

En la segunda parte de la entrevista, Pierre Bourdieu expone como la sociología nos ayuda a desvelar los mecanismos inconscientes que el sistema escolar pone en funcionamiento. Uno de estos mecanismos es el de la naturalización de las capacidades de los alumnos. Hay que tener en cuenta, sin embargo, que las capacidades, aptiudes y cualidades que se piden a los estudiantes no son tanto un producto de la naturaleza como un producto social, fruto de un trabajo social histórico... Cuando se le dice a un alumno: "usted no tiene dotes para... la lengua" estamos diciendo una de las cosas más aterradoras que se le puede decir a alguien porque en el fondo de esa afirmación está la idea de que las dotes son una cuestión de naturaleza y contra la naturaleza no se puede luchar. Si somos conscientes que esas dotes son unas capacidades socialmente adquiridas, se puede comenzar a trabajar para corregir esas desigualdades. Tomar conciencia de los mecanismos inconscientes del sistema escolar nos puede ayudar a contravenirlos e incluso a subvertirlos.


"La institución escolar transforma las desigualdades sociales previas en desigualdades naturales. Si yo fuera ministro, la primera recomendación que haría a los profesores sería: no hacer jamás juicios de valor sobre sus alumnos; ustedes no tienen derecho de emplear la palabra 'idiota', ustedes no tienen derecho de emplear la palabra 'estúpido', ustedes no tienen derecho de escribir en el margen 'este razonamiento es imbécil', ustedes no tienen el derecho de decir 'nulo'... Dicho de otro modo, ustedes deben excluir todos los juicios de valor que afectan a la persona. Ustedes podrían decir 'esta tarea no está bien', esta solución es falsa, pero no pueden decir: 'eres nulo para matemáticas', 'tú no estás dotado para las matemáticas'. Los profesores de matemáticas deberían saber y comprender que tienen un poder diabólico de nominación, de constitución que se ejerce sobre la identidad misma de los adolescentes, sobre su imagen de sí y que pueden infligir traumatismos terribles, aún más porque sus veredictos son muy frecuentemente subrayados y reforzados por los padres desesperados y angustiados" (extracto de una entrevista realizada a Bourdieu en Tokio en octubre de 1989 y regogida en el libro Capital cultural, escuela y espacio social, publicado en castellano por Siglo XXI).

sábado, 14 de noviembre de 2009

Pierre Bourdieu: sobre la escuela y el capital cultural

El sociólogo francés Pierre Bourdieu explica en la siguiente entrevista algunas claves para entender cómo funciona el sistema escolar y qué mecanismos contribuyen a producir el éxito o el fracaso académico de los estudiantes. Especialmente interesante es el concepto de "capital cultural". Las familias transmiten a sus hijos no solamente medios materiales, sino también instrumentos de conocimiento y de expresión, técnicas de trabajo, modos de utilizar el lenguaje, formas de organizar el tiempo, etc... Todo un saber hacer que resulta primordial para obtener el éxito académico. El sistema escolar, en lugar de brindar todo este saber hacer, lo da muchas veces por sabido. "Hay cosas de las cuales todo el mundo hace como si todos las poseyeran, mientras que solamente algunos las dominan; por ejemplo, el hecho de saber tomar notas, el hecho de saber hacer una ficha, utilizar un diccionario, el uso de las abreviaturas, la retórica de la comunicación, la organización de un fichero, la creación de un índice, la utilización de un fichero descriptivo de un banco de datos, de una biblioteca, el uso de instrumentos informáticos, la lectura de cuadros estadísticos y de gráficas. La tecnología del trabajo intelectual no solamente no se nos enseña sino que es menospreciada" (extracto de una entrevista realizada a Bourdieu en Tokio en octubre de 1989 y regogida en el libro Capital cultural, escuela y espacio social, publicado en castellano por Siglo XXI).

martes, 10 de noviembre de 2009

Frente a la gestión y el miedo... razón y afectividad

Interesante entrevista en Público a Concha Fernández Martorell, profesora de Filosofía de enseñanza secundaria, que ha publicado recientemente El aula desierta. La experiencia educativa en el contexto de la economía global (editorial Montesinos). La autora crítica la actual política educativa de corte neoliberal que, inspirada en el modelo productivista de la empresa, está vaciando el aula de los valores educativos emancipatorios tan duramente conquistados, presididos por el conocimiento y el arte como creaciones humanas compartidas, y está llenando los centros de informes y tácticas de eficacia y gestión. La entrevista es para leerla de principio a fin, pero quiero subrayar tres ideas: los cambios que necesita la escuela no pueden venir de manos del modelo de la empresa; la extensión del miedo entre profesores-estudiantes-padres y madres genera una demanda equivocada de autoridad y disciplina férrrea; el modelo educativo occidental ha trabajado mucho y bien el mundo racional, pero se ha olvidado del mundo de los afectos y las emociones, elementos clave para poder cambiar el sistema educativo. No me resisto a copiar el siguiente párrafo de la entrevista:

"Si no se trabajan los afectos y el mundo emocional no se podrá cambiar nada. Los alumnos más necesitados de afecto son los que menos invitan a ello, los más airados, esquivos y realmente antipáticos. Creo que es imprescindible para tratar con menores tener muy en cuenta que la afectividad es, realmente, el único antídoto contra el comportamiento indeseable. Siempre, eso sí, desde la actitud resuelta y decidida del adulto que sabe lo que está pasando en el camino a la deriva de un alumno. Aunque suene arcaico y platónico, sólo se puede acceder al conocimiento a través del amor y únicamente es posible transmitir y comunicar algo a los demás por mediación del amor. Cosa muy diferente a la 'gestión' del aula: la gestión se puede programar y la afectividad no".
Tanto en la entrevista como en el libro, Concha Fernández Martorell deja claro que la crisis de la institución escolar es el síntoma de una crisis más amplia, una crisis que está desmantelando el tejido social. Y no olvidemos que las principales víctimas de esta crisis global que afecta a la escuela son los niños y adolescentes:
"...Ya nadie atiende a las inquietudes juveniles, que siempre son interpretadas como hostiles.
La adolescencia es una etapa difícil y compleja, repleta de inseguridades y temeridad, a menudo carente de una visión objetiva de la realidad y de las personas, pero dotada de una energía desbordante y capaz de ser muy generosa. Todo ello pueden ser virtudes, las que hacen tan bellos esos años, pero son también la fuente de los problemas que se desencadenan en esta etapa. Si el entorno social, especialmente a través de la publicidad y los medios, se empeña en alimentar peligrosamente la dispersión, abonar la superficialidad y alentar la imprudencia, es decir, aprovechar la fragilidad de la adolescencia para conseguir otros fines, introduciendo el consumo compulsivo, la distorsión del deseo y la conducta histérica, por el estrecho intersticio que separa la infancia de la adolescencia, justo al inicio del camino hacia la autonomía, al mismo tiempo que ridiculiza y destruye los espacios que aportan al joven seguridad y protección (escuela, familia, amistad), el resultado es lo que está pasando en la enseñanza secundaria, lugar donde los conflictos explosionan abiertamente, sin que se pongan los medios necesarios para reconstruir los pedazos de vida". (pp. 14-15 de su libro)
(La entrevista la hace Amador Fernández-Savater y está colgada en su blog de Público -Fuera de lugar- donde enlaza con otra entrevista a Concha Fernández Martorell publicada en Rebelión)

jueves, 5 de noviembre de 2009

Vivir vidas múltimples en una sola vida


Francisco Ferrer Guardia no creía posible renovar la escuela oficial, pues pensaba que ésta se encontraba al servicio de los gobiernos y de los capitales. Los unos utilizaban la escuela para desarrollar individuos adaptados completamente al sistema social -que acepten todos los convencionalismos, todas las preocupaciones, todas las mentiras sobre las cuales está fundada la sociedad- y los otros necesitaban crear una fuerza de trabajo acorde a sus necesidades empresariales:

"...los progresos de la ciencia y los multiplicados descubrimientos han revolucionado las condiciones del trabajo y de la producción; ya no es posible que el pueblo permanezca ignorante; se le necesita instruido para que la situación económica de un país se conserve y progrese contra la concurrencia universal. Así reconocido, los gobiernos han querido una organización cada vez más completa de la escuela, no porque esperen por la educación la renovación de la sociedad, sino porque necesitan individuos, obreros, instrumentos de trabajo más perfeccionados para que fructifiquen las empresas industriales y los capitales a ellas dedicados"

Es por ello que el pedagogo libertario catalán apostaba por la creación de nuevas escuelas donde predominara en lo posible un gran espíritu de libertad y una clara vocación emancipadora:


"No tememos decirlo: queremos hombres capaces de evolucionar incesantemente; capaces de destruir, de renovar constantemente los medios y de renovarse ellos mismos; hombres cuya independencia intelectual sea la fuerza suprema, que no se sujeten jamás a nada; dispuestos siempre a aceptar lo mejor, dichosos por el triunfo de las ideas nuevas y que aspiren a vivir vidas múltiples en una sola vida. La sociedad teme a tales hombres: no puede, pues, esperarse que quiera jamás una educación capaz de producirlos"


[Si tenemos en cuenta que la Escuela Moderna fue una experiencia pionera en el terreno de la coeducación entre los sexos, no estaría de más cambiar en la cita anterior el término hombres por el de seres humanos]

sábado, 31 de octubre de 2009

Enseñar a pensar... con José Luis Sampedro

En estos diez minutos escasos de entrevista, el escritor José Luis Sampedro toca varios temas que me interesan sobremanera: el ejercicio de la libertad como posibilidad de decir “No” al poder; la comprensión del otro como práctica de horizontalidad y de democracia; el enseñar a pensar como objetivo esencial de la educación; y las dudas acerca del papel que las nuevas tecnologías pueden desempeñar en esta tarea de enseñar a pensar…


Pienso en esa gimnasia de la libertad que practican diariamente muchos estudiantes adolescentes, en el placer de la resistencia cuando se desobedece al que manda. Pienso también en la interesante distinción entre los términos tolerancia/comprensión. Pienso, al escuchar que escribir es vivir, en la necesidad de ejercitar la lectura y la escritura entre los estudiantes. Pienso en la escuela 2.0 y en los obstáculos al pensamiento libre…

(Entrevista en la 2 Noticias, 2008)

martes, 27 de octubre de 2009

Presentación del libro Sociología y anarquismo...


Mañana miércoles 28 de octubre se presenta el libro en Bilbao. Más información en la página de la Fundación Anselmo Lorenzo: http://fal.cnt.es/?q=node/7474

viernes, 23 de octubre de 2009

Los profesores racionalistas


Anselmo Lorenzo, uno de los anarquistas españoles más veteranos e ilustres, colaboró como traductor para la biblioteca de la Escuela Moderna. En el prefacio que escribió para la obra póstuma de Ferrer, su memoria de la Escuela Moderna, escribió estas palabras sobre la tarea que tenían que desempeñar los profesores racionalistas:


"... destruir atavismos, enseñar verdades, formar caracteres, impedir la formación de masas sectarias e inconscientes y hacer de cada hombre y de cada mujer un ser pensante y activo, de positivo y de idéntico valor, sobre el cual no pueda sostenerse falso prestigio de autoridad indebida, de modo que la justicia entre las relaciones humanas sea un resultado sencillo y práctico de las costumbres".


Consideraba además esta tarea como la más importante de todas. "Hermosa misión la vuestra; no hay ya otra en el mundo que la supere".

martes, 20 de octubre de 2009

Trabajo, salario y bien común

Leo el cuaderno de trabajo de Jorge Riechmann (Bailar sobre una baldosa) y en su página 18 me detengo ante la siguiente anotación:

"Pocas condenas peores que tener que trabajar sin poder sentir que se contribuye al bien común. Sólo este aspecto convierte ya el mundo laboral en un infierno para la mayoría de mis contemporáneos.

Se puede trabajar para ganar un salario, o para construir una comunidad. Lo primero suele ser una condena; lo segundo es una meta"

Pienso en los millones de personas que en el mundo ya están condenadas, que no tienen escapatoria y que luchan por sobrevivir con unos salarios miserables. Pero pienso también que las personas que trabajamos en el mundo de la educación y que tenemos más o menos un salario digno (hablo del mundo sobredesarrollado) no podemos perder de vista este matiz. Nuestro trabajo es mucho más que un salario (imprescindible para la vida, qué duda cabe); es una manera de contribuir al bien común, una manera de hacer comunidad (más libre y más justa). Ver nuestro trabajo como una meta y no como una condena...

domingo, 18 de octubre de 2009

Kropotkin y Ferrer Guardia. Sobre los métodos de enseñanza y la escuela actual


Piotr Kropotkin, una de las figuras más emblemáticas del movimiento anarquista, mantuvo contactos con Ferrer Guardia y colaboró con el periódico impulsado por éste, La Huelga General. El modelo de escuela de Ferrer se inspiraba también en algunos de los principios propuestos por Kropotkin, especialmente en la importancia que éste daba al apoyo mutuo como mecanismo de evolución social y de aprendizaje. Frente a la competitividad, la Escuela Moderna apostó por el aprendizaje solidario y cooperativo. En una carta que el príncipe anarquista ruso escribió a Francisco Ferrer, mostraba su inmensa alegría al conocer sus proyectos de escuelas racionalistas y sus propuestas pedagógicas libertarias. Como todos los anarquistas, Kropotkin consideraba que la educación era una cuestión central para comenzar a construir una nueva sociedad más justa y más libre. El impulso para desarrollar las nuevas escuelas debía venir de dos factores especialmente relevantes: “la influencia personal de los que enseñan” y “el modo de enseñar”. Kropotkin consideraba que el derroche de tiempo en las escuelas alcanzaba proporciones vergonzosas. Los estudiantes perdían demasiado tiempo en tareas y en contenidos absurdos e innecesarios. De la enseñanza de la historia, por ejemplo, comenta en la citada carta: "En todas partes la historia en la escuela es tiempo absolutamente perdido para aprender nombres, leyes inomprensibles para los niños, guerras, mentiras convencionales...". Frente a este modelo dominante, el saber que se aprendiera en las escuelas debía ser concreto, societario, integral y popular. Un saber apegado a los problemas de la vida real, construido de forma colectiva, combinando destrezas manuales e intelectuales y que fuera realmente un aprendizaje adquirido por toda la población. ¡Se acabaron los tiempos en que el saber estaba reservado para una minoría privilegiada!

Las propuestas de la Escuela Moderna y de Kropotkin resultan de rabiosa actualidad. Y afortunadamente hay colectivos que apuntan en esa línea: las escuelas libres y libertarias, los movimientos de renovación pedagógica y muchos maestros y profesores de la enseñanza pública. Uno de estos colectivos, la red IRES, ha publicado un manifiesto donde se critica el estado actual de la educación y donde se apunta que uno de los principales obstáculos para salir de esta situación de crisis es la vigencia del modelo tradicional de escuela y de los métodos pedagógicos asociados al mismo. En el citado manifiesto, se recogen algunas posiciones de clara raíz libertaria, como son la apuesta por un cambio de abajo-arriba, el desarrollo de una enseñanza integral y la conexión con los grandes problemas de nuestro tiempo. Se defiende que “la mejora de la escuela no es básicamente una cuestión de leyes, sino de cambio cultural, social y comunitario”, que la educación debe estar “centrada en los estudiantes y en su desarrollo integral (corporal, intelectual, social, práctico, emocional y ético)” y en la que se aprendan “contenidos básicos vinculados a problemáticas relevantes de nuestro mundo, buscando la calidad frente a la cantidad, la integración de materias frente a la separación”.

martes, 13 de octubre de 2009

VIVA LA ESCUELA MODERNA


Un día como hoy de hace un siglo, el 13 de Octubre de 1909, fue ejecutado el pedagogo libertario Francisco Ferrer Guardia. Su condena a muerte, que despertó un movimiento de solidaridad en gran parte de Europa, hay que enmarcarla en la huelga general y la revuelta popular que estalló en Barcelona y otras poblaciones catalanas en julio de 1909 para evitar el embarco de reservistas que iban a luchar en Marruecos. Ferrer fue considerado, sin pruebas fiables, uno de los instigadores principales de la revuelta. Una revuelta que fue mucho más profunda que el rechazo del embarco de reservistas hacia Marruecos y donde estaba presente como telón de fondo la precariedad social de las clases populares, el odio de clase hacia la burguesía, el antimilitarismo y “la frustración que supuso para esta clase obrera el cierre de todas sus iniciativas escolares, que representaban el único camino posible hacia un proyecto de autoeducación que no les estaba asegurado por un Estado central abúlico y ajeno a sus problemas”. Para entender y enmarcar la figura de Ferrer Guardia en un contexto social más amplio es sumamente recomendable la lectura de La semana trágica. Barcelona en llamas, la revuelta popular y la Escuela Moderna. Madrid, La esfera de los libros, 2009. Escrito por la historiadora Dolors Marín y de donde extraigo la cita anterior (p. 19).
Ferrer Guardia había impulsado La Escuela Moderna, una escuela que quería ser laica, integral, mixta, racional e interclasista. El Estado y la Iglesia no estaban dispuestos a aceptar un modelo educativo tan moderno y contrario a sus intereses. El fracaso de aquella semana revolucionaria fue también, pues, el fracaso de las propuestas educativas de racionalistas y anarquistas. De una escuela que veía la educación como una herramienta de liberación personal y de transformación social, de una escuela crítica y libre, antiautoritaria, sin premios ni castigos, con derechos y obligaciones, una escuela conectada con su entorno social y natural, coeducadora de sexos y clases sociales, una escuela que trabajara los razonamientos y desvelara la falsedad de los dogmas.
En estos tiempos que corren, las propuestas de la Escuela Moderna pueden aportar algo de luz para salir de la crisis educativa, pues no en vano lo que más se escucha en los medios de comunicación, en las instituciones políticas y entre no pocos círculos de maestros y profesores es la necesidad de políticas más autoritarias y de modelos más disciplinarios. Y todo ello con una Iglesia que no deja de importunar y de sacar la mayor tajada en lo que para ellas es el negocio educativo.
(La 2 de TVE emitió un documental sobre la Escuela Moderna que se puede ver en el siguiente enlace)

lunes, 12 de octubre de 2009

Un cero a la izquierda


Leo en Público que acaba de ver la luz en España Un cero a la izquierda, comic del dibujante Baru y del escritor Pierre Pelot. En él se retrata una sociedad condenada y podrida por la miseria y a punto de explotar. Quiero recalcar especialmente los siguientes comentarios del dibujante: “"Yo soy hijo de obrero y pude escapar de mi condición social gracias a la escuela". "Una sociedad está viva cuando la gente puede escapar de su condición, del determinismo social". "Yo no tengo ningún mensaje, sólo hago una constatación de un fracaso, el fracaso de una sociedad cerrada, en la que la gente como Anastase está rechazada, marginalizada".
El periodista pregunta a Pelot ¿Es Un cero a la izquierda una llamada a la acción revolucionaria, al anarquismo? A lo que el escritor responde: "No se trata para nada de llegar al terrorismo", responde Pelot, "el anarquismo no es una filosofía violenta, se basa en el respeto del otro".

¿Puede la escuela ayudar a que la gente escape de su condición social? ¿Puede el anarquismo ayudar a construir esa escuela?

martes, 29 de septiembre de 2009

Presentación sociología y anarquismo


Este fin de semana se presenta el libro en Logroño y Burgos. Más información en la página de la Fundación Anselmo Lorenzo: http://fal.cnt.es/?q=node/7473


sociología y anarquismo


En los años treinta del siglo XX, los anarquistas españoles edificarontoda una cultura de resistencia frente al sistema vigente. Para conoceresa cultura resulta imprescindible conversar con los viejos militanteslibertarios, los principales protagonistas de hechos que han sidodecisivos en la historia española y en la historia de la humanidad. Apartir de las autobiografías escritas por obreros anarquistas y de unaserie de entrevistas en profundidad realizadas a viejos y viejasanarquistas, hemos elaborado pequeñas historias de vida con la idea deconocer desde dentro el mundo anarquista. No hay que olvidar que paramuchos trabajadores ser anarquista era en esos años una inequívoca seña deidentidad.
¿Cómo se fue forjando esa identidad? ¿Qué llevó a tantos trabajadores aidentificarse con el anarquismo? ¿Cuáles fueron los principios y losvalores que movieron a los anarquistas? ¿Qué tipo de luchas y de sueñosdesencadenaron? Estos son algunos de los interrogantes que recorren ellibro y a los que se intenta dar respuesta.Con la recuperación de esta memoria de resistencia se pretende tambiénayudar a pensar el presente, porque paradójicamente para entender lo quenos pasa hoy es preciso oír una voz silenciada, la voz tenue de viejosanarquistas olvidados por una sociedad que camina sin rumbo. La memorianos permite saber con mayor agudeza de dónde venimos y, por tanto, decidircon mayor libertad a dónde queremos y podemos ir.